Alegría y amor
Más que ideas o doctrinas, el cristianismo es rostro y encuentro. Y esa es la razón de la alegría cristiana: “Os anuncio una gran alegría…”. Dios es inmensamente feliz y quiere que nosotros lo seamos. El homo ridens es imagen del Deus ridens… aprender la “iucunditas”, virtud que convierte en sonrisas todos los sucesos.