Alegría



El don de la alegría

Jesús decía a sus discípulos que se regocijaran y dieran saltos de alegría porque su nombre estaba escrito en los Cielos (Lc 10,17). Es la alegría de saber que no vivimos ni trabajamos en vano. Pero la alegría es un don, que Dios concede a los que le son fieles, y es el don que resume todos los demás, porque es efecto de la felicidad. La alegría procede fundamentalmente de saberse amado.