Un tatuaje indeleble
La moda de los tatuajes puede tener connotaciones peligrosas. La Biblia dice que las marcas son propias de esclavos. Pero hacerse una señal, un sello indeleble, resulta del todo favorable si tratamos del carácter sacramental. Con ese sello participamos del Sacerdocio de Cristo. Recordemos la invitación de san Josemaría: tener “alma sacerdotal”, a estar informados, como si esa fuera nuestra esencia, de los sentimientos de Cristo sacerdote.