Monoteísmo y amor
Jesús responde a la pregunta sobre el mandamiento más importante insistiendo primero en el monoteísmo: para amar antes es preciso afirmar la unicidad absoluta de Dios. No es fácil ser realmente monoteísta ante los dioses falsos del placer, del poder y del dinero. Pero el precepto del amor despliega nuestra naturaleza a límites insospechados.