La esencia es la unión del alma con Dios
De muchas maneras nos invita Jesús a la unión. Resulta maravilloso que nosotros, pobres pecadores, seamos convocados a ese increíble privilegio. Busquemos la unión, comenzando por nuestra vida espiritual, que a veces puede desenfocarse: por rutina, por vanidad o por inconsciencia. La unión en la tierra es preludio de la unión en la eternidad.