El apostolado es gozo
Somos trabajadores invitados por el Dueño de la viña a trabajar en ella. Eso supone un gozo y una responsabilidad. Implica el llenarnos de Aquel que comunicamos, sabiendo que es Él quien mueve las almas y las llama a Sí. Anunciarlo persona a persona, con la conciencia de lo que vale cada alma.