Ser madre: papel especial de la mujer.
Todos los cristianos estamos llamados a trasmitir la vida de Dios. Y en esto, por sus características propias, la mujer tiene una capacitación prioritaria. Ella debe siempre “vivificar” para cumplimentar su tarea de mujer. Si no, se desconoce a sí misma. Su tarea es alumbrar, ayudar a salir de las tinieblas a la luz.