Conocer y comunicar a Jesús
El que cumpla y enseñe estos preceptos, será grande en el Reino de los Cielos, prometió Jesús. Facere et docere: primero hacer y luego enseñar. Por eso el apostolado es consecuencia del amor a Jesús: nada hay más hermoso, decía Benedicto XVI, que haber sido alcanzados por Cristo, y comunicar a otros la amistad con Él.