Nos necesita para salvar
Uno de los pasajes más bellos del Antiguo Testamento es “La canción de mi viña” del profeta Isaías. Manifiesta ahí el dolor del Amado que cuida con esmero su viña y que al final no dio uvas, sino agrazones. Es el dolor del Corazón de Jesús por el rechazo de los hombres ante las muestras de su amor. Ese dolor ha de ser nuestro, y nos llevará al deseo de salvar almas, por el bien de ellas y por el contento del Corazón que tanto las ama.