Corpus Christi (incluye Octava)



Preparar la solemnidad de Corpus Christi

La Eucaristía inaugura una nueva lógica, la de la entrega total, la de la donación que se ubica por encima de cualquier razón de conveniencia. La invitación es hacer de nuestra vida una polarización eucarística, “tomarnos de serio” que Jesús verdaderamente está ahí. Y así no nos resultará gravoso darle todo, porque no hacemos sino seguir las huellas de Quien se quedó en el Pan no obstante los rechazos que sufriría.



Corpus Christi: amor infinito.

El papa Urbano IV instituyó esta celebración, y santo Tomás de Aquino compuso las oraciones de la Misa y las del Oficio divino. Nos ilustra con ciencia, con su piedad y también con su ejemplo al recibir el viático. El misterio eucarístico, que se celebró en privado, sale hoy a manifestarse al mundo. El Cielo está más abierto: pidamos la conciencia de que Alguien está ahí presente con su infinito poder y su infinito amor.



Preparando el Corpus

Dispongamos nuestro espíritu para la dichosísima celebración de la presencia verdadera y real de Jesús en la Eucaristía. Uniéndonos a tantos hombres y mujeres que han centrado su existencia en la prueba más increíble del Amor de Dios por cada uno. Una Octava vivida con profundo agradecimiento y gozo. ¡Es Él!, digamos con san Juan. Y pidámosle al Apóstol saber también nosotros reclinar nuestra cabeza en su pecho el día de la Institución.