Corazón de Jesús y misericordia
En la lanzada del Crucificado se cumplen dos profecías: no le quebrarán ningún hueso y mirarán al que traspasaron. Conocemos a Jesús si incursionamos en su Corazón, sede del Amor divino y de la suma perfecta de amores humanos. Uniendo nuestro corazón al suyo entenderemos qué es ser misericordioso.