Corazón divino y humano
Haurietis aquas, dice el capítulo 12 del profeta Isaías: “sacaréis aguas”. ¿Qué significa? Ir a beber en el agua, que mana del Corazón herido del Crucificado, con gozo de las fuentes de la salvación. Vayamos también a beber a esa fuente, porque de ahí brota todo el amor humano y divino del Salvador. La secularización del amor consiste en separar el amor humano de lo divino, y nuestro peligro es amar a Dios con amor frío, como el sol de invierno. No separar el amor de eros del amor de ágape en el trato con Jesús.