Darle gloria a la Trinidad
Agradecer a Dios el habernos hecho conocer el misterio de Sí mismo. Actitud de adoración, pues la Trinidad es el principio y fin de todo. “Para conocer y contemplar este misterio fueron creados los ángeles en el cielo y los hombres en la tierra”. No tiene otro sentido la vida de todo hombre: la conciencia de este fin nos ayuda a rectificar la intención y a no pretender sino la gloria del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.