San Juan Bautista



24 de junio

San Juan Bautista: personificar a Cristo.

Seis meses después de la Navidad celebramos el nacimiento de san Juan Bautista. “No ha habido hombre nacido de mujer mayor que Juan el Bautista”, dijo Jesús. Es, por tanto, un referente muy importante para nuestra vida cristiana. Es precursor: adelanta la llegada de Cristo. Es nuestra misma tarea: hacer presente a Jesús con nuestra propia persona. “Haz que el fundamento de mi personalidad sea la identificación contigo”, pedía el beato Álvaro. Es esa también nuestra ilusión: que nos cambiemos en Cristo para hacerlo presente.



24 de junio

Que Él crezca y yo disminuya

Seis meses antes del nacimiento de Cristo celebramos a su Precursor. El Bautista es grande porque no se queda con gloria propia; toda su tarea fue ser heraldo de Jesús. Nos enseña a huir de la “autorrealización” y buscar el proyecto de amor creativo. Yo, pero no más yo, es la fórmula de la existencia cristiana que arranca en el bautismo. Como Juan, anunciar a Cristo.



24 de junio

Precursor como el Bautista

Hubo un hombre enviado por Dios que se llamaba Juan. Vino para dar testimonio de la luz. No era la luz, sino que debía dar testimonio de la luz. La Solemnidad del Bautista nos cuestiona sobre esta tarea, que es también la nuestra: ser precursores de Jesucristo, mostrarlo a los demás. Ante todo, con nuestra propia vida, en la identificación con la Persona del Señor.