Adviento



Alegría en el Adviento

La liturgia del tercer domingo de Adviento es una vibrante invitación a la alegría: “Alégrense siempre en el Señor”. Al margen de lo que ocurra, la invitación es permanente, porque la razón de la alegría es Jesús. Purificar el corazón, para educar el deseo del Señor.