Pureza, Adviento, María.
Para preparar el advenimiento del Mesías, Dios dispuso un vientre inmaculado. A Ella le pedimos la virtud de la Santa Pureza. Es Santa porque es fruto del amor divino. Jesús dice: “El que no me ama, no observará mi doctrina”. Solo podremos alcanzar esta virtud si el corazón está encendido en el amor a Dios.