Niño de humilde carne
Los tres formularios de las Misas de Navidad nos conducen desde el nacimiento terrenal del Señor hasta el Prólogo de San Juan, en que afirma la identidad entre el Verbo y Dios. Es emotivo ver en una carne frágil de recién nacido al Omnipotente. Si Dios se anonada, reaprendamos nosotros en ese Niño a ser humildes. El todo de Dios y la nada de la creatura.