Presentación en el Templo



2 de febrero

Dolor y gozo

Jesús es llevado por María y por José a ser ofrecido al Padre. Simeón revela el destino del Niño, y María acepta desde entonces el holocausto. A nosotros nos pide también mucho dolor pero, como María, no lo separemos de la esperanza. Entonces será un dolor amado.



Ofrece María el Niño a Dios Padre

María presenta en el Templo al Niño, porque la ley decía que eso debía hacerse con el Primogénito. Ella acepta ese ofrecimiento, quizá como un presentimiento ante el sacrificio que le pediría el Padre: aceptar el holocausto de la Cruz.



Fe en la Eucaristía

La Liturgia nos presenta hoy al anciano Simeón, que tiene la dicha de ver al Salvador. Nosotros lo tenemos también en la Eucaristía, y puedes decir lo mismo que el anciano. La Eucaristía resume los misterios de fe: haz que más y más, Señor, te reconozca oculto.