Dicen que está vivo
La gran semana de Pascua nos centra en el Señor Resucitado. Procuraremos ir viviendo los textos del Santo Evangelio que nos presenta la Misa de cada día, con la conciencia de centrar más nuestra vida en Él. Para eso, resulta indispensable el silencio, no solo externo sino sobre todo interior. Ejemplo de un hombre de profundo silencio: san Juan Pablo II.