Jesús muerto y sepultado
Los caminantes de Emaús le dicen a su misterioso acompañante que Jesús fue crucificado, muerto y que lleva tres días sepultado. “Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras”, afirma san Pablo. Nuestra muerte, como la suya, es un don del Padre para la Redención, y ha de ser un don nuestro al Padre, para salvar con Él. No es un agujero negro; Jesús nos antecede y acompaña. Saber prepararnos, creciendo en el amor.