Sábado Santo: María y la mujer
Permanece la Iglesia en profundo silencio porque su Señor está sepultado. En medio de nuestra pena, vamos a consolar a María. Pero, como suele suceder con las madres, son ellas las que consuelan a sus hijos. Ver a María es comprender el designio de Dios para todo ser humano, pero especialmente para la mujer. En ella encuentra la mujer lo más sustantivo suyo, por lo que ninguna ha de sustraerse al suave influjo de María.