31 de agosto
Dar la vida voluntariamente
“Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida… nadie me la quita, Yo la doy voluntariamente”. Jesús está perfectamente asimilado a la voluntad del Padre, desea llevarla hasta el final. El Padre nos amará si le damos voluntariamente, por amor, nuestra vida. No nos atemos con cadenas de hierro, sino con cadenas de Cristo. Entonces adquiere todo su sentido aquello que decía san Josemaría: “Porque me da la gana es la razón más sobrenatural”.