Diciembre



21 de diciembre

Que tu fe lo abarque todo

La alabanza de Isabel a María -bienaventurada tú que has creído- resulta muy ilustrativa: los frutos de la redención vendrán por el corazón abierto a la revelación de Dios. Veamos a Dios con los ojos abiertos y con los ojos cerrados, descubriéndolo en cada realidad. Si la fe es nuestro modo de vida, estaremos inmersos en ese mundo que escapa a los sentidos pero que es el único permanente.