Julio



4 de julio

Nuestra Señora del Refugio

Alegría, serenidad y consuelo saber que María es nuestro refugio. La etimología de esa palabra hace referencia a volver atrás, ampararse, buscar cobijo al advertir los peligros. Entonces retornamos al lugar seguro que nunca debíamos haber abandonado. Ella es el refugio de los pecadores; en su regazo encontramos la ternura maternal con la que Dios quiere perdonarnos para que continuemos felices y tranquilos en nuestro caminar terreno.