Noviembre 18, 2024
Escuchemos a Dios en su Providencia, en su Palabra y en sus mociones
En la parábola de los invitados descorteses advertimos un deje de tristeza en el corazón de Jesús: todos los invitados presentaron excusas para no acudir al banquete. Es la triste posibilidad del hombre: desoír las invitaciones de Dios. Descubrámoslas en la Providencia cotidiana, en la Palabra de la Escritura y en las mociones interiores del Espíritu Santo.