23 de octubre
Como niño necesitado
Sabedor de nuestra indigencia, el Creador ha dispuesto que los hombres redimidos gocemos de la maternidad espiritual de María. Un gesto de Dios para la humanidad: les voy a dar un consuelo, un regazo, una ternura, un ambiente cálido. Una mamá. ¿Tenemos la seguridad de que Ella nos ampara en todo momento? Vayamos con total confianza, mayor a la del niño con su mamá.