Octubre



29 de octubre

La Sagrada Eucaristía revela la humildad infinita

En el himno Adoro te devote se repite una y otra vez la palabra escondido, oculto. Así le ha parecido bien a nuestro Señor: hacerse presente del modo más humilde posible en el alimento más sencillo. Nuestro Dios es un Dios humilde, y en la Eucaristía revela una “humildad infinita” (Benedicto XVI). Mantengamos nuestra atención para enfrentar las mil cabezas de la hidra —la soberbia—, que rebrotan una y otra vez.