15 de marzo
Combate contemplativo
El patriarca Jacob luchó la noche entera con un desconocido. Al final le dijo: “No te soltaré hasta que me bendigas”. También la oración es un combate, en el que vamos a encararnos con Jesús, en la noche de la fe y del recogimiento. No cejaremos hasta que nos bendiga, es decir, hasta que nos otorgue la contemplación de su rostro.