31 de marzo
Meditar la Pasión nos ubica
Jesús, al entrar en Jerusalén el Domingo de Ramos, nos revela que su alma está turbada. Después, en Getsemaní, lo veremos angustiado. ¿Sabemos acompañarlo? Estamos siempre teniendo crucifijos ante nuestros ojos, y corremos el peligro que no nos diga nada. ¿Soy devoto de la Pasión de Cristo? Porque es una devoción recia, que me ayudará a que no me problematice.