4 de marzo
La imaginación y la vida interior
Acompañamos a Jesús en el viaje de Galilea a Judea, donde sabe que será crucificado. Empleamos para ello nuestra imaginación, facultad que Dios nos ha dado (como nos ha dado todo) para que nos lleve a Él. “Ten sujeta la imaginación, vive dentro de ti y estarás más cerca del cielo”, leemos en Forja. Ejercitémonos en el buen empleo de esta facultad, porque nos hará experimentar la alegría de los encuentros con Jesús.