Cordero de Dios
Dar relieve a ese momento de la Santa Misa en que se nos presenta la Hostia consagrada y se nos dice: Éste es el Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo. Y es que la Misa es el memorial del sacrificio del Cordero de la Nueva Alianza; hace presente y actúa eficazmente aquí y ahora la salvación. Vivir la Misa con la conciencia de participar en una muerte salvadora.
Misa y Calvario (otra)
Manantial inagotable de contemplación es la Pasión del Señor. Siempre sacaremos aguas de esta fuente de salvación. El momento de la muerte de Cristo se perpetúa. Actualización de ese sacrificio, con símbolos elocuentes, como el del costado abierto. Cristo, segundo Adán, duerme el sueño de la muerte y el Padre extrae de su costilla –de su costado- a su esposa, la Iglesia.
Vive la Pasión en Misa
Benedicto XVI nos enseñó a vivir el misterio en la Liturgia.
El misterio Pascual de Cristo se hace presente en la liturgia: vivirlo en la Santa Misa.
Amar la Misa, participar amorosamente en ella, y tendremos un resumen maravilloso de todo lo que nos pide la vida cristiana.