Consagración a María



Sé de María

A la mitad del mes de julio, celebramos una entrañable fiesta de María. Entrañable también porque nos deja un trozo de su vestido, el escapulario. Con ese signo tan sencillo, la sentimos como nuestra “compañera”. Digamos y vivamos, como san Juan Pablo, totus tuus ego sum.




Santa María y tú

La maternidad espiritual de María es una verdad en la que los cristianos han ido profundizando. Tal como se experimenta en los santuarios marianos, Ella es para cada uno, realmente, su Madre. Seamos más conscientes de esa maternidad renovando muchas veces nuestra consagración a María.



Consagración a María

A pocos días de la Asunción, miramos la Estrella más luminosa del firmamento. Y nos alegramos de compartir con María el mismo destino. Necesitamos, sin embargo, vivir en éxtasis, es decir, fuera de nuestro yo. El éxtasis es pertenecer a Otro, como Ella. Consagrar nuestro ser y nuestra vida a María.