Misericordia



Sé misericordioso

Bienaventurados los misericordiosos, dijo Jesús en el Sermón de la Montaña. Vivir esta bienaventuranza nos hará felices también en la tierra. Y alcanzaremos misericordia en el Cielo. No nos extrañemos de la abundancia de miserias y pecados del prójimo, pues ¿qué esperábamos?



Radicados en la caridad

Si Cristo vive en ti, manifestarás el amor de su Corazón. Con el amor, se hará la redención y la santificación de todos los que se encuentren con nosotros. En la situación del hombre herido, el amor es misericordia: ojos, oídos, manos, pies y corazón misericordioso.



Bienaventurados los misericordiosos

De acuerdo al relato de san Mateo, Jesús comienza su vida pública predicando las bienaventuranzas. ¿Creemos en estas promesas de felicidad, totalmente opuestas a las máximas del mundo? Revisar, por ejemplo, la misericordia de nuestro corazón. Si somos misericordiosos, alcanzaremos misericordia.