Inmaculada



30 de noviembre

Inicio de la Novena a la Inmaculada

El dogma de la Inmaculada, que nos preparamos a celebrar con una Novena, es muy importante no solo por María, no solo por constituir la aurora de nuestra redención, sino también porque nos hace levantar la mirada: nosotros somos de donde es Ella, y nuestra meta es la gran altura del Amor. Con la Inmaculada evitamos planteamientos centrados en nuestras capacidades, abandonándonos a la gracia de Dios.



Detalles con María en la novena

Verdad de Perogrullo: hay dos maneras de hacer las cosas: una, hacerlas bien. Otra, hacerlas mal. La primera es la del amor; la segunda la de la rutina. En la Novena de preparación a la Inmaculada, fijémonos en el modo de rezar el Rosario, porque de hacerlo bien habremos encontrado una gran arma para nuestra santidad.



Purificarnos

Mirar a la Inmaculada para parecernos a Ella. La llena de gracia está llena del amor de Dios, de pureza y de humildad. Parecernos a María, pues entonces agradaremos a Dios