Inmaculada



Dios nos habla en María

De muchas maneras se comunica Dios con los hombres, y nos honra al considerarnos sus interlocutores. Los modos de locución de Dios –la creación, las mociones interiores, su palabra en la Escritura, etc.– se resumen en el ejemplo que Él ha querido darnos: María, la Inmaculada, la llena de amor.



Purifica tu corazón

María, al ir al Templo a purificarse, nos invita a la purificación profunda. Ella es Inmaculada, mas nosotros somos un pozo de miseria y podredumbre. Atender vigilantemente los rumbos que toma nuestro corazón, llenándolo del amor a Jesucristo. Lográndolo, serán buenos los todos los efectos.



Seguir el itinerario de la llena de gracia

Llena de gracia, saluda el ángel a María. Su itinerario es el nuestro, porque es el plan de Dios: divinizarnos. Apreciemos el inefable don de la gracia santificante, incoación de la vida eterna. El menor grado de ella vale más que todos los bienes físicos del Universo. Dios no recibe obras sino con ese toque, que es el de la unión con Él por el amor. Andaremos las vías de la llena de gracia.