Sacrificio



El mundo pende de la Misa

Un grandísimo regalo que nos ha dejado la Providencia divina: la actualización del sacrificio del Calvario que tiene lugar en cada Misa. Misterio que nos rebasa, misterio en que se consuma nuestra redención. La Misa no es una convivencia, sino un sacrificio sagrado. Glorificamos al Padre, con la Víctima perfecta, a la que unimos la glorificación de la creación entera.