Vivirla mejor



Abel, Abraham, Melquisedec

La sangre derramada por Abel, el sacrificio de Isaac y la ofrenda e Melquisedec son preparativos del Padre celestial para la ofrenda de la Santa Misa. Nuestra santidad depende del modo de vivir la Misa, y lo mismo la eficacia de nuestra vida. Requerimos los dones del Espíritu Santo, porque es un misterio que nos rebasa.



Consummatum est

Una de las siete frases pronunciadas por Jesús agonizante fue: Todo está consumado, y puede entenderse como todo está cumplido (“He cumplido mi misión”) o “todo ha llegado a su consumación”. En este sentido, en ese instante se derraman sobre el mundo todos los bienes, y se hace eterno en cada Misa. ¿Busco subjetivamente una disposición mejor ante el valor objetivo infinito de la Misa?



Desde el corazón de Nuestra Señora, descubrir la Santa Misa

¡Si conocieras el don de Dios…! Si conociéramos… lo que pasa en la Santa Misa, lo que implica el misterio de la Eucaristía… sueña y te quedarás corto. Pero no vayamos solos a estos prodigios, sino desde el corazón de María, desde su fe, desde su ternura, desde su sentir.