Humanidad Santísima



Contempla a Jesús

Acostumbrémonos a descubrir a Dios en todo. Iremos así facilitando la oración contemplativa, y el Espíritu Santo podrá darnos la capacidad de contemplar la Humanidad Santísima de Cristo: rostro, mirada, corazón. Viviremos contemplativamente, con el ánimo encendido por los encuentros con Jesús.