Humanidad Santísima



Corazón de Cristo, sede del amor.

El pórtico de la Pasión lo presenta san Juan con Jesús lavando los pies a cada uno de sus Apóstoles, Judas incluido. Un amor que llega a ese extremo pide ser imitado, para que como Él hizo hagamos también nosotros… aunque pensemos que nuestro prójimo, por cualquier razón, no se lo merezca. Servir es una clara manifestación de la puesta en práctica del mandato de la caridad.