Humanidad Santísima



La Encarnación nos ancla

Son incontables los beneficios que nos ha traído la Encarnación del Verbo. Nos fijamos ahora en uno: impide que nuestra vida espiritual sea “ideática”, abstracta, que ande navegando por el éter. Nos ancla en una Persona concreta, histórica, real, de carne y hueso. Pero hemos de lograr el conocimiento personal de esa Persona, hasta que sea la que más tratemos y mejor conozcamos.