Rey



Rey que reina en ti

El Gran Triunfador es el Crucificado. Consigue el reinado universal en cuanto hombre: abrámonos a su reinado, con total rendimiento. Que reine en lo más profundo de nuestro yo, con su reinado de amor. Que nada escape a su reinado, ni siquiera nuestras miserias. San Josemaría nos invita en esta Solemnidad a consagrarnos al Sagrado Corazón de Jesús, para que le demos nuestro corazón a ese Corazón.



Regnare Christum volumus

En la víspera de Cristo rey hacemos un adelanto de nuestra consagración a su Corazón Sacratísimo. Eso significa evitar cualquier otro reinado, sobre todo el del rey espurio: satanás, que quiere poseernos para destruirnos. Jesús nos quiere para unirnos con Él para siempre en su reino.



Por quien todo fue hecho: Cristo Rey.

En la Solemnidad de Cristo Rey volvemos a afirmar nuestro deseo de que reine en todas las cosas. No por un reinado socio-político, sino por el reinado interior de los corazones. Jesús, en la Cruz, proclamado rey, salva a uno, el buen ladrón. Incluso podemos afirmar que su reinado es esencial, ya que todo fue hecho por Él y para Él, como asegura san Pablo en la carta a los Colosenses. Consagrémonos a ese corazón, desde lo hondo de nuestro ser.