Transformación en Cristo



Vivir en Cristo, no en mí.

San Josemaría meditó largamente la frase de Gálatas 2, 22: “Vivo, o más bien no vivo yo, es Cristo quien vive en mí”. Es la esencia de la vida cristiana: la negación del yo para la afirmación del Tú. Pero ese bandido –don yo– se torna omnipresente, manifestándose de mil modos, también con apariencia de santidad. Al final, todo se simplifica viviendo en Cristo.