Inmaculada



Gratia plena!

Gratia plena! Nunca se habían oído estas palabras, y menos dichas por un ángel. El prodigio de un alma toda hermosa, toda santa –Panhagia- es un gran motivo de esperanza. Revela el plan de Dios, que de ahí somos y para allá vamos. En medio de todos los problemas, pecados, miserias del mundo, encontramos a María, totalmente penetrada de luz divina.