Rosario



7 de octubre

Sencilla grandeza del Rosario

El Rosario es un regalo de María. Con su práctica, nos hacemos niños con el juego de repetir y repetir, como hacen los niños, como hacen las mamás que mueven sin censar la cuna de su niño, como el ritmo de las olas del mar. Y jugando, acompañamos a Jesús en sus misterios de gozo, de luz, de dolor y de gloria.