Orar es oír



Ojos para ver, oídos para oír

Jesús se enfada con sus apóstoles porque confunden la levadura de los fariseos y de Herodes con el pan material. Pidámosle que nos evite el embotamiento de nuestra mente, y podamos ver sus señales y oír sus verdades. Consejos de san Efrén el Sirio para desentrañar el sentido de la Escritura. Entonces podremos oír estas otras palabras del Señor: “Dichosos sus ojos porque ven lo que ven y oyen lo que oyen”.