Vida de oración



Alma hecha oración

No se trata tan solo de hacer oración, sino de hacernos oración: que nuestro ser completo se convierta en una caja de resonancia para la comunicación con Dios. Porque somos sal y luz, y es precisa la relación continua con Aquel que impide que nos volvamos insípidos o nos cubran las tinieblas.