Gracia santificante



El valor de la gracia santificante

María, en gracia concebida. De ahí, de ese vientre purísimo, puede Dios continuar su plan salvador; la Encarnación del Verbo en unas entrañas dignas de recibirlo. Nosotros tenemos también la gracia santificante, con la que Dios lleva a efecto nuestra salvación y la del mundo. Valorémosla: un solo grado de gracia vale más que todas las obras físicas. Aumentamos en ella por la recepción fructuosa de los sacramentos, por la oración unitiva y por las buenas obras, especialmente las obras de penitencia.