Gracia santificante



Dios se hizo hombre para que el hombre se hiciera Dios

En una pequeña población de Galilea tiene lugar el evento que cambiará la historia de la humanidad y de cada hombre: Dios se hace hombre, toma carne, un hombre es la Segunda Persona de la Trinidad. Corolario: es posible que el hombre tenga naturaleza divina. Y es el proyecto del Padre celestial: hacernos partícipes de esa naturaleza divina. Cristo revela el hombre al propio hombre y le descubre la grandeza de su vocación.