Infancia espiritual



Volvernos niños

En el evangelio del martes de la semana XIX Jesús nos revela el secreto para ser muy grandes en el Reino de los Cielos: volvernos niños. ¿Qué características tienen estos personajes? La primera: no ser mayores. Otra: docilidad y abandono. Y más: confianza en el poder absoluto de su Padre, dedicándose a jugar, descubriendo los mensajes que en todo manda Él…



17 de diciembre

Estatura de la infancia

El nacimiento de Jesús nos vuelve a la estatura de la infancia. El proyecto de Dios al disponer así las cosas para su Hijo es toda una pedagogía para recordarnos la necesidad de ser humildes. Esta virtud nos trae paz y alegría, ayuda a solucionar todos los problemas y nos despeja las dificultades para vivir la caridad.



Nuestra madre, María, e infancia espiritual

El amor a María es señal de buen espíritu. Al modo de un termómetro, mi devoción mariana mide mi devoción a Dios. Se relaciona con la infancia espiritual: si necesitamos una madre en la tierra que nos amara y cuidara, mucho más la necesitamos en nuestra vida espiritual. ¿No será que nuestros desalientos, o nuestras sensaciones de soledad, obedecen a que se nos borra la cercanía de una madre, el consuelo de un regazo y la ternura de unas caricias?