Misericordia



El infierno como posibilidad

En la segunda semana de Cuaresma encontramos parábolas muy detalladas: los viñadores homicidas, el hijo pródigo, el rico epulón y el pobre Lázaro. Aprendamos de esta última la advertencia de Jesús: todos corremos el riesgo de perdición, si nos centramos en nosotros mismos, cerramos el corazón al prójimo y perdemos el sentido trascendente de la vida.